La ola de indignación “en contra de la avaricia de los bancos y de las grandes corporaciones” salió de Wall Street, se expandió por gran parte del país, y provocó ocupaciones en plazas de numerosas ciudades. Ayer viernes, la Plaza San Jacinto fue una de ellas.
Durante la tarde unas 300 personas se reunieron en la plaza para sentar las bases de lo que próximamente será la Ocupación de El Paso, un movimiento que hace eco a la protesta ‘Ocupación de Wall Street’ y a sus variaciones en decenas de ciudades.
Por momentos el ambiente se tensó tras el arribo de cuatro unidades de la Policía, sin embargo imperó la cordura en ambas partes.
“Planeamos esto en solidaridad con lo que está pasando en todo el país, donde se han manifestado ciudadanos que son parte del 99 por ciento de la población, que vive bajo lo que el otro uno por ciento decide y dispone”, dijo Adam Martínez, uno de los presentes más activos en la asamblea general de Ocupación El Paso.
“Este movimiento es para enviar un mensaje a los que están a cargo: no nos vamos a rendir frente a la avaricia corporativa, frente a la explotación de la gente. Ya estamos hartos de ser sumisos, de ser robots, y vamos a alzar la voz”, agregó Martínez. “Vamos a tratar los problemas nacionales, pero también los que son específicos de la frontera”.
Imitando el modelo de Ocupación Wall Street, donde por ley se prohibió utilizar altavoces y sistemas de sonido, cientos de personas repitieron en voz alta lo que la persona con el derecho a hablar decía.
De esta manera, las personas en el exterior del grupo escuchaban lo expuesto.
A varios metros, el grupo de policías vigilaban la manifestación y en determinado momento, acercándose al fin de la protesta, pidieron que los presentes se dispersaran. Sin embargo la respuesta a dicha petición fue negativa y la asamblea continuó.
“Me preguntan los policías que quién es el líder de este movimiento... ¡Nosotros somos los líderes de este movimiento”, gritó una de las manifestantes. Algunos de los presentes conversaron con los agentes y de manera completamente pacífica llegaron a un acuerdo para evitar cualquier enfrentamiento.
Y es que en las manifestaciones multitudinarias que se han visto en ciudades más grandes, los enfrentamientos entre la policía y los ocupadores han sido numerosos, llevando en su momento a agresiones y arrestos.
Manteniendo una distancia segura, los policías observaron la discusión de los puntos finales de la asamblea y las porras que le siguieron. “¡Así es como se ve la democracia ¡Así es como se ve la democracia”, repitieron una y otra vez con aplausos.
Al concluir la reunión se alcanzó un consenso para iniciar la ocupación de la Plaza San Jacinto, también conocida como De los Lagartos, el próximo sábado por la mañana
“Si estas enfermo, cansado de todo lo que está pasando, si tienes problemas para hacer rendir lo que ganas a final de mes, ven y únetenos”, dijo Martínez en una invitación a toda la comunidad fronteriza. “Lo mismo le digo a la Policía, a los que trabajan para las corporaciones: este es su lugar también”.
Pese a que su queja principal va dirigida contra las prácticas de Wall Street y la desigualdad económica, algunos manifestantes de Nueva York y el resto del país sostienen que los políticos de los dos partidos más importantes son culpables de una política que protege a las corporaciones estadounidenses a costa de la clase media.
"En este momento no veo diferencia alguna entre George Bush y (Barack) Obama. La clase media está mucho peor que cuando Obama fue elegido", opinó John Penley, un desempleado de Brooklyn.
El movimiento Ocupa Wall Street, iniciado el mes pasado por jóvenes que levantaron sus carpas frente a la Bolsa de Valores de Nueva York, se ha entendido por todo el país y ha atraído a una amplia gama de activistas. Hubo el jueves manifestaciones parecidas en Filadelfia, Salt Lake City, Los Angeles y Anchorage, Alaska, con carteles que pedían "Saquen el dinero de la política" y "No puedo costear un cabildero".
En la localidad californiana de Sacramento, la policía detuvo a unos 20 manifestantes la madrugada del viernes.
En Los Angeles, 11 manifestantes fueron detenidos el jueves tras entrar en un banco durante la manifestación.
Los integrantes del movimiento Ocupa Wall Street están disgustados con el presidente Barack Obama, por considerar que el mandatario no reprimió con mano dura a los bancos tras el colapso de las hipotecas de alto riesgo en el 2008 y la crisis financiera que causó.
"Podría haber adoptado al principio una posición mucho más populista y dura contra las bonificaciones de Wall Street, además de extraer ciertos cambios de los bancos con el plan de rescate’’, dijo el profesor de historia de la Universidad de Georgetown y autor de "American Dreamers" (Los soñadores estadounidenses), Michael Kazin. "Pero a la postre la economía no ha mejorado, y ello resalta la frustración tanto de la derecha como de la izquierda".
Obama dijo el jueves que entiende el clamor público por la forma en que funciona el sistema financiero del país y agregó que los estadounidenses consideran Wall Street un ejemplo de cómo el sector financiero no respeta siempre las reglas del juego.
Empero, agregó que Estados Unidos debe contar con un sector financiero sólido y efectivo para que crezca la economía, y que las regulaciones financieras que defiende en un nuevo proyecto de ley impondrán restricciones más severas al sector.